Escuche y descargue audio de EL GUAYATUNO, torbellino de Efraín Medina Mora. Transc. para piano por Gerardo Betancourt.
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Vea y descargue partitura de EL GUAYATUNO, torbellino de Efraín Medina Mora. Transc. para piano por Gerardo Betancourt.
https://www.dropbox.com/s/8xqgeferrpgqe4s/El%20Guayatuno.%20Torbellino.%20Partitura..pdf?dl=0
Con el propósito de
adelantar estudios de bachillerato se trasladó a Tunja, allí consiguió cambiar
sus dotes musicales a cambio de alimentación y posada con los Padres
Franciscanos, con ellos conoció un Piano de verdad, el que practicó en sus
horas libres con mucha dedicación. Luego de un tiempo, su padre Milcíades, lo
llamó para que se hiciera cargo del Coro de Pachavita, allí compuso el pasillo
“Adentro los de Ruana”,
un tiempo después regresa a Chinavita donde se inspiró para componer el Vals “Eco en la Noche”.
Andariego y
trashumante llegó a Guayatá, donde cayó en las redes de Cupido y se casó con la
educadora Bertha María Vaca Perilla, en 1946, allí nacieron sus dos primeras
hijas: Elma Inés y Dora Elizabeth. Es en Guayatá, cuando inspirado en los
bellos paisajes de la región y su enamorado espíritu, compuso su obra cumbre y
actualmente la más difundida, el torbellino “El Guayatuno”. Soñador de guacas y fortunas viajó
a Bogotá creyendo conseguir allí el triunfo, la fama y el dinero que le eran
esquivos y como sucede todavía hoy con muchos coterráneos fracasó en el
intento, obligándose a regresar a su querido Boyacá.
Vinculado al Ministerio de Educación Nacional, y por los
traslados que dan a los educadores, vivió en varias poblaciones del Valle de
Tenza como: Tenza, Sutatenza, y Guateque, oportunidad que aprovechó para
enseñar y difundir su música, principalmente en colegios y escuelas. Pero fue
en Sutatenza, donde nacieron dos hijos más: Henry Humberto y Elsa Yolanda, y en
el que encontró la mejor oportunidad de ejercitar su vocación, ya que coincidió
con la fundación de las Escuelas Radiofónicas por el sacerdote José Joaquín
Salcedo, quién lo llamó para que colaborara como instructor radiofónico de
música, emitiendo conciertos en piano por la emisora “Radio Sutatenza”,
simultáneamente conformando una de las mejores Bandas de Vientos de la época.
Mientras cumplía su
labor educativa con el campesinado, compuso varios temas institucionales para
infundir buenas costumbres y mejores niveles de vida en el campo, como: “El Sorbito de Agua”
que invita a construir el acueducto casero, “El Fogón en Alto” para comodidad en la preparación
de los alimentos, “La
Empresa Familiar” para el buen manejo de los recursos, y “Mi Casita” para
construir un albergue digno.
Otros temas además de
los ya nombrados son: “Lluvia
de Estrellas”, “Primor”,
“Elmita”, “Faride”, “Nenesal”, “Trío Sutatenza”,
“Indomable Zipa”,
“El Agasajo”, “Pajarito Buitrago”,
“Florilegio”, “Ceibas del Súnuba”,
“Cerrito Somondocano”,
“El Mirlo Cantor”,
“Mi Costanera”,
“El Lunar de Claudia”, “El Campesino”,
“El Morocho”, “María Isabel”,
“Sutatenza”, “Corazón Colombiano”,
entre otros.
En el ocaso de su
existencia recibió merecido reconocimiento a su labor pedagógica musical por parte
de: Integración Boyacense, en acto celebrado en el Salón Rojo del Hotel
Tequendama, Comfaboy en el Club Boyacá de Tunja, La Gobernación de Boyacá le
impuso La Cruz de Boyacá en grado de Comendador, el municipio de Tenza lo
condecoró en reconocimiento a su Himno y otras composiciones, el municipio de
Guayatá destacó su genialidad como compositor con ocasión de los 50 años del
torbellino “El
Guayatuno”.
Sus últimos años
transcurrieron primero en Tenza y luego en La Capilla en su querido Boyacá,
agobiado por la diabetes que le redujo a una silla de ruedas. Sin embargo esto
no fue obstáculo para que siguiera escribiendo y musicalizando sus poemas,
hasta el pasillo que él tituló como “El
Último” manifestando que no componía más.
Finalmente vino su fallecimiento el 9 de Diciembre de 2008,
rodeado del cariño y el aprecio de la gente de los pueblos y de los campos a
quienes les cantó toda su vida.
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